Hey, Star! 🌟
Hoy voy a ser claro contigo. ¿Has dormido o estás hecho polvo? 😴💤 Dímelo a las claras. Sin excusas.
Te pregunto esto porque ya podemos afirmar que estamos en invierno. ❄️ No oficialmente, pero el cambio de hora con el que amanecemos antes y anochecemos a media tarde se nota. Sin entrar en su conveniencia energética a la hora de ahorrar, lo que es cierto es que esta nueva etapa en nuestro futuro inmediato no nos sienta igual de bien a todos.
Aunque este cambio otoño-invierno supone dormir una hora más (al contrario de lo que pasa en el de marzo donde estamos zombis unos días porque es al revés), hay muchas personas que empiezan a sentir más melancolía, tristeza e incluso existe el TAE, el trastorno afectivo estacional, cuyas raíces neurobiológicas están ampliamente estudiadas.
Pero, ¿por qué nos encontramos deprimidos simplemente por una hora? 🤔 ¿Cuál es la explicación real? ¿Somos raros? No te agobies, vamos a explicarlo:
- Menos luz solar 🌤️
Por mucho que seas un hater de tomar el sol o del verano, es un hecho que durante el invierno, los días son mucho más cortos y hay menos exposición a sus vitaminas. Está fuera de toda duda que esto afecta a nuestra producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, y de la serotonina, un neurotramisor que influye en nuestro estado de ánimo.
La alteración de ambas hace que estemos más somnolientos, que nos dé más pereza hacer cosas a media tarde porque ya es todo oscuridad y parece que son las 4 de la mañana. La explicación es esa: nuestro organismo percibe que es de noche y nos invita al descanso, al recogimiento y al relax. Lo que no entiende nuestro cerebro es que son las seis de la tarde. Por eso todo nos cuesta el doble.
Esta exposición reducida al sol hace que tengamos niveles bajos de vitamina D, haciendo que nuestro sistema nervioso y la producción de neurotransmisores cambie la producción habitual de serotonina y dopamina, elementos fundamentales para nuestro estado de ánimo y para la motivación diaria.
- Los ritmos circadianos 🌙
Querida estrella. Mucho, muchísimo, se ha hablado de los ritmos circadianos en prensa y muchas veces te habrás preguntado qué es eso. Simplificándolo mucho, podemos decir que son los responsables de regular diversas funciones de nuestro cuerpo básicas en nuestro día a día y que son naturales, por lo que no les prestamos atención. Este orden se centra en el sueño, la vigilia, la temperatura corporal, la gestión de las hormonas y los procesos metabólicos.
Obviamente están los circadianos están muy influenciados por la luz solar y no solo pueden desajustarse por el cambio de hora. Si somos profesionales acostumbrados a trabajar por turnos y la noche también forma parte de nuestra jornada laboral, romperemos estos ritmos. En consecuencia, la salud física y mental se resentirá y estarás más cansado, distraído, apático y triste.
De hecho, estudios sobradamente demostrados han trazado vínculos entre el desajuste de los ritmos circadianos y problemas de salud importantes como el insomnio, ansiedad, obesidad y enfermedades metabólicas.
- Tus emociones también se oscurecen 🖤
Anochece antes, pero no solo literalmente, sino que también psicológicamente. Somos seres sociales y no podemos olvidar que nuestra naturaleza nos empuja a relacionarnos. Sin embargo, con el frío, es común que te sientas más aislado debido a la reducción de actividades al aire libre. Y claro, en este contexto aparecen dos palabras marcadas en negrita en nuestro vocabulario de vida: la soledad y la depresión.
Dentro de este contexto, aparece otro ingrediente fundamental en la sociedad actual: las redes sociales. Este coctel explosivo de imágenes estudiadas cuidadosamente, sonido, mensajes directos a nuestro cerebro para que sigamos y nunca paremos de utilizarlos encuentra su época preferida para enganchar a nuevas víctimas. Si estamos en casa y hace demasiado frío para salir a la calle, pues podemos seguir en contacto con la gente de manera completamente artificial mediante Instagram.
Aunque este sujeto será desarrollado ampliamente en El Viaje de las Estrellas 🚀✨, tenemos que ser conscientes que la neurociencia también explica por qué nos gustan tanto. Para hacerte un mini spoiler, te explicaremos que resultan un motor potentísimo de creación de dopamina, la hormona del placer, que, en exceso, te hará perder el norte. Pero bueno, lo hablaremos dentro de poco tiempo.
La falta de contacto social real y físico aislará más a adultos, pero también a adolescentes y pequeñas estrellas, por lo que a pesar del cambio de hábitos por el invierno, prestemos atención a hacer un uso inteligente de las tecnologías. 💻
¿Estudiamos mejor o peor con menos luz? 💡
El cambio de hora puede ser entendido como algo positivo porque solemos quedarnos más en casa y por tanto, podemos organizarnos mejor a la hora de preparar exámenes y hacer los deberes tanto para grandes como pequeños. A pesar de que podría ser cierto, nuestras agendas diarias no se detienen y las actividades dentro y fuera de las aulas no cambian porque anochezcan antes.
Es cierto que, para lograr un buen estudio con resultados realmente eficientes, necesitamos que nuestro cerebro descanse bien, se siente oxigenado. Muy poco, os hablaremos de la importancia extrema de cuidar de nuestra calidad a la hora de descansar y de cómo tiene un potentísimo efecto détox absolutamente primordial.
Por eso, en invierno, a pesar de todos los ajustes que tenemos que hacer en nuestros hábitos, tenemos que comprender cómo funciona nuestro organismo y cómo la neurociencia nos explica el porqué de las cosas. Si lo entendemos, nos adaptaremos y encontraremos el encanto de un periodo del año mágico, precioso y maravilloso.
¿Te ha gustado el estreno de nuestra nueva sección sobre neurociencia aplicada al estudio y a nuestra vida cotidiana? Venga, pues no seas egoísta y mándaselo a todas aquellas personas que crees que necesitan saber esto o les podría servir de algo. Por supuesto, síguenos en redes sociales porque vienen sorpresas sencillamente espectaculares. ¿Te las vas a perder?