El miedo puede definirse como la “angustia por un riesgo o daño real o imaginario”.
En el contexto educativo, los miedos juegan un rol fundamental para estudiantes de todas las edades.
Esa gestión emocional y motivacional puede hacer que el mejor de los exámenes que hemos preparado durante meses se convierta en una pesadilla porque podemos llegar a quedarnos en blanco. 🧠💨
Nos angustiamos, sudamos, nos estresamos, entramos en pánico y nos bloqueamos. No estamos diseñados para vivir en un estado de alerta tan sumamente elevado que pueda extralimitar los niveles de cortisol.
😱 Todos sentimos miedo…
De alguna u otra manera y en algún u otro momento, hemos sentido miedo frecuentemente por mucho que nos empeñemos en disimularlo. Y es normal, lógico y nos permite seguir vivos.
Sin embargo, lo que para muchos es una emoción que evitan, a veces se transforma en la mejor de las sensaciones.
En El Viaje de las Estrellas, aprovechando la magia de Halloween, queremos analizar por qué nos apasiona tanto ese miedo que sentimos al ver una peli de terror con amigos 🍿 o al correr del pasaje del terror de un escape room 👻.
Es por ejemplo en Halloween, cuando experimentamos una mezcla de emoción, diversión y tradición que nos gusta vivir en primera persona, por eso nos lanzamos a disfrazarnos de zombis, esqueletos, brujos y el resto de los personajes habituales de estas fechas. Pero, parémonos a pensar por un momento.
¿Por qué?
🕸️ Sabemos que es mentira
Quizás imaginar a alguien con una motosierra no suene divertido 😅, pero cuando entendemos que todo es un juego, el miedo se transforma en diversión controlada. Gritamos, corremos y reímos porque sabemos que estamos a salvo.
💥 En ese instante, nuestro cuerpo se activa, liberando adrenalina y dopamina, las hormonas que nos hacen estar en alerta, emocionados y a veces, incluso, eufóricos.
Sería algo parecido a una descarga de energía a toda velocidad. Lo aterrador, con la seguridad del juego, se vuelve emocionante.
🌑 Lo atractivo de lo prohibido
La oscuridad y todo lo que tiene que ver con lo misterioso nos permite gestionar nuestros miedos reales desde una manera cómica. 🎭 Aprendemos a disfrutar de nuestros propios miedos y a relativizarlos.
No tenemos que olvidar que los seres humanos somos curiosos por naturaleza, por tanto, con el objetivo de descubrir qué es lo que realmente pasa, nos lanzamos a explorar.
🤝 Mejor si es compartido
Nadie podría imaginarse Halloween sin disfrazarse con los amigos. Siempre hacer una fiesta con tus compañeros de clase, tu familia o tus colegas, aumenta esa sensación de festividad controlada fomentando la complicidad y la conexión entre personas. Precisamente son esos momentos los que se guardan más y por más tiempo en nuestra memoria y hacen que los almacenemos con mayor facilidad.
🕯️ La cultura y la tradición que nos unen
Somos seres sociales.
Celebraciones como Halloween nos hacen sentir parte de algo mayor, de una comunidad con costumbres que se repiten año tras año.
La unión de vivirlo todo en comunidad y de formar parte de unas costumbres arraigadas también va a reforzar nuestro sentimiento de pertenencia al grupo.
Pero y, ¿los más pequeños?
Quizás los niños se asusten al ver un monstruo por la calle pero, curiosamente, ¡son los más apasionados de Halloween! 🎃
Tenemos que recordar que el miedo a lo tenebroso es una respuesta natural y protectora. De hecho, forma parte del propio desarrollo y, con el tiempo, los niños aprenden poco a poco a diferenciar lo imaginario de lo real. En otras palabras, cuándo tienen que realmente preocuparse o cuándo pueden relajarse y disfrutar.
👀 Además, los niños imitan a los adultos:
si nos ven disfrutar, comprenderán que los disfraces y los sustos no representan una amenaza, sino una oportunidad para divertirse y crecer emocionalmente.
En definitiva, llena todo de arañas, apaga las luces y disfruta de estas festividades porque pueden ayudarnos desde la psicología a gestionar nuestros miedos a cualquier edad y a evolucionar de una manera conveniente en los más pequeños.
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